Dedos en el estómago: movimiento desde el interior

Tocarse siempre va más allá de la piel. Se trata de intención. Colocar los dedos justo debajo del ombligo y comenzar un suave movimiento en el sentido de las agujas del reloj es como volver a casa.
Los movimientos circulares suaves activan un espacio que normalmente está cerrado. Para los hombres, esta es una zona especialmente importante, porque es donde se concentra el día, donde se acumula la tensión.
Pero cuando tus dedos se tocan con respeto, esta zona se abre. El cuerpo empieza a notarlo. A través de la respiración. A través del calor. A través de una inesperada sensación de ligereza.
Puedes hacerlo en cualquier momento. Sin espejos ni técnicas. Simplemente tócate y quédate. Incluso unos pocos minutos al día pueden cambiar la profundidad de tu estado interior.